El trabajo, respeto y amor por la tierra de varias generaciones nos han traído hasta aquí.
La familia Yllera elabora y vende vino en pellejos, recorriendo en carro los pueblos de la provincia de Valladolid.
Se establece la SAT Los Curros por los hermanos Pepe y Jesús Yllera. Elaboran los primeros verdejos modernos de Rueda años antes de que se establezca la Denominación de Origen.
La incorporación del enólogo riojano Ramón Martínez trae de la mano este lanzamiento que supuso una pequeña revolución enológica y fue el primer gran éxito comercial de la bodega.
Se adquiere una bodega en Boada de Roa y comienzan a elaborarse los primeros vinos con la marca Bracamonte en la Ribera del Duero.
Un gran incendio en la bodega de Rueda con graves pérdidas que se convierte en una nueva oportunidad dando lugar, con su reconstrucción, al inicio del proyecto enoturístico El Hilo de Ariadna.
El crecimiento continuado lleva a crear un nuevo departamento de ventas y marketing, se plantea un nuevo modelo de gestión y se va consolidando el desarrollo de la bodega.
El tinto Yllera, con el apellido familiar, es tan popular que acaba por formar parte del nombre comercial.
Fruto de una nueva apuesta por la innovación en Yllera, llega el primer frizzante al mercado español. Yllera 5.5 es la nueva revolución enológica.
Se apuesta por la calidad más estricta certificándonos en el sistema de calidad ISO 9001 2000, medio ambiente ISO 14001 y seguridad Alimentaria IFS entre otros.
La bodega pasa a estar capitaneada por la siguiente generación familiar con Marcos y Carlos Yllera junto al enólogo Montxo Martínez. En estos años se amplía también El Hilo de Ariadna con comedores subterráneos.
Un nuevo proyecto ve la luz en Ribera del Duero, siendo VivaltuS la apuesta de la familia por vinos premium que se elaboran en una nueva bodega en Curiel de Duero.